lunes, 4 de agosto de 2014

Highway


La puta chillaba en el maletero. Subí el volumen para ahogar los gritos. Highway to hell sonaba una y otra vez. Pisé a fondo el acelerador. No quería seguir viviendo y esa zorra me acompañaría en mi viaje final. Esa noche, cuando llegué a casa, oí ruido en el dormitorio. Abrí la puerta con la pistola en mano: sabia lo que encontraría. Hacia años que miraba a otro lado, pero no permitiría que mi hombre tuviera un hijo con esa ramera. Miré a ese traidor, le descerrajé dos... tres tiros, y lo dejé allí,sangrando como el puerco que había demostrado ser. Cogí a esa muñeca gritona y la empujé al maletero a punta de pistola.

Subí al coche y sobre la caja de Ac/dc me hago la raya mas larga de toda mi vida. Pongo el c.d. y arrancó. Lo que nos lleva al momento actual, conduciendo como una posesa hacia el acantilado. Cuando las ruedas no tocan el asfalto y comenzamos a caer, sonrío por primera vez en mucho tiempo.