Orbe Umbral

 Levantando el orbe

como cada día

para salvaros

 de la monotonía,

¡Qué agonía

oír la letanía

de quejas

 desde la distancia!

El astro

 si brilla,

brilla.

Cuidado con deslumbrarse

quien salga de la penumbra,

no busquen su calidez

los que viven en la umbra,

Prometea,

el orbe umbral,

el portal

por el cual

acceden las ideas

cuando pasan

 de inmateria

a esta odisea

músico fonética

donde mi sangre

 vierte tinta

mientras me fundo

con las letras.

Luchadora naturaleza,

paupérrima estrella,

única ambición

dejar un resplandor

para nutrir sinergia.

No compite con nadie,

le canta al universo,

componiendo estrofas,

galaxias 

estrellas,

a solas,

sin cuarta dimensión,

bajo el amparo

 de Buda en madera.

¡Ay de mí ,

si yo no existiera!

espejo de mi espejo,

reflejo multiplicado 

que me encuentro 

por doquiera

tratando de mantener

 el equilibrio 

de todo el cosmos

al mismo tiempo.

¿Quién te juzga si no tú?

¿Quién te encarcela?

te dieron alas pero aún

no las has abierto,

te lastra su peso,

solo ves sombras.

Respírate,

eras nada, eres todo.

No hay culpa,

no irás al infierno,

eres dueño

 de un destino distinto.

No dejes

que vida arrolle,

con decisiones

moldeas sino,

interviene

en la acción reacción

una vez

descifrado el algoritmo;

sigue el ritmo,

fúndete con la melodía

parte de un pentagrama que no ves,

no hay caos

, patrones por reconocer.

Pero no hay miedo,

una clave de sol defiende esta sintonía,

tanto tiempo silencio,

ahora encabezas el pentagrama,

paraíso en la tierra,

gloria alcanzada,

pieza que encaja,

mas feliz que sola.

Prefiriendo ser forma

 antes que línea.

Ya escapo de todo

nadie la ve

 si no ilumina 

nadie la esquiva

vibra con el viento

marca un tempo

en cada latido

perdido el aliento

muñeca agarrotada

 de líneas perdidas

Una mas,

 como tantas otras.

Única y especial,

 como somos todas

Antes carbono,

 vuelve a ser diamante,

descubierto en la mina

 por alguien

del que no importa

 el nombre.

Ni fémina ni hombre.

Perecedera, etérea, fugaz.

Persistente pero condenada,

un hada tildada de bruja

con una vida burbuja

como método de autodefensa.

Silenciada hechicera,

ahora andas con descaro,

ya saliste del barro,

llegó la paz,

 se acabó la guerra.

Empuñando pluma 

antes que sable

ya no perderse mas

 en la maraña

del que nadie 

te endienta

del que nadie te comprenda

Acéptame

 un consejo

 no aceptes nada,

sólo acéptate

 a ti mismo,

descubrirás,

a su debido tiempo

 que para vivir feliz

 con eso basta.

(Orbe Umbral. 22 /05/21)