viernes, 19 de julio de 2013

Colchón de cuerpo y medio (solo una pequeña reflexión)

Colchón de cuerpo y medio, ¿dónde está el medio cuerpo que te falta?. Un colchón de cuerpo y medio es, en sí mismo un símbolo de interrogación. Es,  o bien un colchón intermedio o intermitente. Intermedio porque es el colchón del niño que ya es grande residente en casa de sus padres, intermedio, porque a menudo es el colchón que elige aquel a quien un colchón de un solo cuerpo se le queda pequeño y pasta soberano en sus sueños en su mayor amplitud pero aun no se ha atrevido a conquistar las lomas y llanuras de un colchón  llamado de matrimonio en soledad. Intermedio, como la adolescencia de un colchón, no sabe si niño o adulto, mayor que uno, menor que otro, se amolda a casi todo pero no del todo y se siente un poco confuso. E intermitente también, porque cuando uno tiene una pareja estable, una con la que convive, se va a un colchón mayor, pero mientras los cuerpos van y vienen, sean diferentes o sea siempre el mismo pero de manera incoherente e inexacta, con un colchón de cuerpo y medio basta, pues aquellos que pequen de amoldarse rápido a otro cuerpo en la cama, mientras sus relaciones sean transitorias  les conviene un nido de transición pues en un colchón para dos, las noches solitarias en que no toque visita se les hará extraño extender el brazo y encontrar una superficie tan basta. Incluso en mi cama, púber e intermitente,  a veces paso la palma por sus escasos huecos sobrantes y pienso ¡colchón de cuerpo y medio, dónde está el medio cuerpo que te falta!
 (2012)


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